domingo, 26 de junio de 2016

Zaragoza, Fuendetodos, Montalban, Alcorisa, Morella, Camarena de La Sierra, Alfambra, Monreal, Lagueruela, Herrera, Zaragoza


Las fotografías las realicé en el itinerario descrito en el título durante la tarde y noche del viernes y el día ayer. Fueron 635 Km y unos 5.200 metros de desnivel.

En fin, que por culpa del dichoso tiempo, otra vez me tocó posponer una gran ruta por los Pirineos con la que llevo soñando más de un año. Tercera vez que le busco un hueco en el calendario y tercera vez que la tengo que aplazar.

Pero bueno, a grandes males grandes remedios y busqué una alternativa por Zaragoza y Teruel porque, una vez puesto en canción y mentalizado para afrontar un gran proyecto, poco me apetecía hacer una ruta de exigencia normal.

Así pues el viernes a las seis de la tarde, tras una pequeña siesta de media hora después de salir del trabajo, comencé esta nueva aventura que pude completarla del tirón en un tiempo total de 29 Horas y 55 minutos (27 Horas y 30 minutos sobre la bicicleta).


Ambiente extraño en el Far West que no presagiaba nada bueno.







En el cementerio de Belchite (Km 65) encontré refugio ante la ferocidad de la tormenta. Lo cierto es que en un visto y no visto comenzó a caer el diluvio universal, fue increíble y, durante la espera, no pude evitar venirme abajo, apenas 65 Km y comenzaban las complicaciones... ¿cómo puedo tener tan mala suerte?.













Tras la tormenta se hizo la paz.







Al comienzo de la noche vi, a lo lejos, varios relámpagos y pensé que tal vez me volviese a topar con alguna tormenta. Pasé unas dos horas con esta preocupación metida en la cabeza pero, afortunadamente, coronando el modesto repecho de El Caballo (Km 175) la luna emergió de las nubes, mostró una noche limpia, sin nubes, y se acabaron las preocupaciones.






Bonitas masías en el Maestrazgo castellonense.





Buena temperatura en un asfalto perfecto, y miel sobre ojuelas.



























Portell de Morella (Km 250)














Camino de Mosqueruela, ya en Teruel, el asfalto está muy deteriorado.


Linares de Mora (Km 300). Llegué muy pronto y, para mi pesar, no vi ningún bar abierto. Lo cierto es que había hecho corto de comida y empezaba a tener mucha hambre.



























Paisajes idílicos en el Maestrazgo turolense.




























En Rubielos de Mora (Km 337) di cuenta de un suculento bocadillo y afronté los próximos kilómetros en plenitud de facultades. Así pues la subida al pueblo de Camarena de la Sierra (Km 375) se me hizo muy llevadera.




























Cerca de Teruel el calor empieza a apretar.



























Entre Alframba y Bueñas el terreno pica para arriba y el viento comienza a castigarme pero el pintoresco paisaje hizo que el esfuerzo pasase desapercibido.




























Cerca de Monreal (Km 485) el secano manda en el horizonte.



























Pasado Lagueruela abandonamos Teruel y volvemos a Zaragoza.








Vamos que ya queda poco.

En Villanueva de Huerva (Km 590) comienza un tramo con muy mal asfalto. Por otro lado el viento sopló con rachas muy fuertes por lo que los últimos kilómetros, en la entrada a Zaragoza, lo pasé bastante mal por el peligroso conjunto de noche, rotondas, viento y coches. Lo cierto es que, por este motivo, los últimos veinte kilómetros fueron para olvidar.


Al poco de pasar María de Huevar (a escasos 12 Km de Zaragoza) me paró la Guardia Civil y...¡me hizo soplar!....jajaja, bueno, así esta gran ruta tendrá su souvenir...



Enlace al Bikempas.

https://www.bikemap.net/es/route/3614034-teruel/#/z9/40.32351,-0.48065/terrain

domingo, 19 de junio de 2016

Embalse de La Peña, Nocito, Aínsa, Laspuña, Fanlo, Boltaña, Hostal de Ipiés, Oroel, Embalse de la Peña


Las fotografías las realicé ayer en el itinerario descrito en el título. Fueron 307 Km y 4.500 metros de desnivel.

Bueno, el sábado de la Quebrantahuesos Chainreaction Gran Fondo y de todos los Santos, y yo rodando solo.

No, no es que sea un bicho raro porque , y pese a lo que digan ciertos documentales adulterados para alimentar el chow bisnes, la Quebrantahuesos no es ni la esencia del cicloturismo ni el fin último al que debe aspirar un aficionado a este deporte.

La Quebrantahuesos es tan sólo una fiesta y, como tal, te puede gustar o no y, por ende, pagar o no la entrada.

Bueno, a lo mío...

Con las últimas lluvias el paisaje resulta especialmente bonito. Una foto del Alto de Nocito.


Entre Boltaña y Aínsa evité la carretera nacional tomando otra que, yendo paralela, salva un pequeño repecho dejando buenas vistas sobre Peña Montañesa.


Al poco pasar Laspuña me sorprendió una granizada. Fueron unos diez minutos bastante duros y, tras esto, me costó entrar en calor.

Después salió el sol y el puerto de Fanlo, por el Cañón de Añisclo, se me pasó volando.



Espantosa foto del bonito Puerto del Serrablo, es lo que tiene dejar los deberes para el final.

Tras pasar Hostal de Ipiés la carretera va picando para arriba en un escenario muy tranquilo.

Tras coronar el Alto de Navasa hay que coger una pista asfaltada que nos llevará al antiguo parador de Oroel.

Peña Oroel.

La última foto es del Embalse de La Peña.



Enlace al Bikemaps




domingo, 12 de junio de 2016

Daroca, Used, Molina de Aragón, Peralejo, Tragacete, Griegos, Orihuela, El Pobo, Daroca


Las fotografías las realicé ayer en el itinerario descrito en el título. Fueron 300 Km y unos 3.300 metros de desnivel.

Tras un fin de semana libre de bicicleta, un amigo mío celebró su despedida de soltero, otra vez vuelta a la carretera.

Como mi rendimiento, tras estar tres o cuatro días orinando cerveza, no tenía buena pinta diseñé una ruta interesante por el Parque Natural del Alto Tajo.

Y acerté de pleno porque los alrededores de Peralejo de las Truchas (en la linde entre Guadalajara y Cuenca) y Griegos (Teruel) me parecieron sobresalientes y el cansancio no se dejó sentir.

No obstante, y por si acaso, a partir de ahora, y hasta que acabe, si Dios quiere, la Douze Cents (gran reto del año) cero cervezas.

Un saludo.


El Puerto de Used (Zaragoza) avanza en un entorno muy tranquilo y resulta bastante suave.




Camino de Molina de Aragón las rectas se van sucediendo.


Molina de Aragón (Guadalajara)



Peralejo de las Truchas está enclavado en un entorno espectacular.




Pasado el Tajo entramos en Cuenca, que nos recibe con una subida muy interesante.



El bonito Puerto de Cubillo nos deja ya en Teruel.



No contaba con el Alto del Portillo así que fue una agradable sorpresa.


Bonitos parajes cerca de Griegos



Descenso hacia Orihuela.


Tordesillos, en Guadalajara.


Paisaje infinito en la provincia de Zaragoza.


Cómodo y bonito final de etapa.


Enlace al Bikempas

https://www.bikemap.net/es/route/3593862-daroca/#/z11/40.61499,-1.70082/terrain

jueves, 2 de junio de 2016

Crónica de la SR de Guadarrama. 614 Km y 10.000 metros de desnivel. 28-05-2016



La Super Randonnee Sierra de Guadarrama es un evento permanente (uno puede elegir la fecha en la que va a realizar la ruta) organizado por el Club Ciclista Pueblo Nuevo, de Madrid, cuyo recorrido es el siguiente (remarcado en rojo figuran  los controles, donde hay que realizar una fotografía  en la que pueda verse la bicicleta con la placa que el organizador nos habrá facilitado).



La prueba, tiene 614 Km (aunque, por equivocarme en un cruce, tuve que hacer un total de 636 Km) y 10.000 metros de desnivel. El tiempo máximo para completarla son 50 Horas.

Pese a las adversidades meteorológicas pude conseguir mi objetivo, que era hacerla sin parar a dormir, tras 33 horas y 27 minutos (29 horas y 19 minutos sobre la bicicleta).

AGRADECIMIENTOS:

Esta aventura se la dedico a Rafa C. (organizador de la prueba) Emilio V. (diseñador, junto con el primero, del recorrido) y Diego (miembro, como los dos anteriores, del Club Ciclista Pueblo Nuevo de Madrid).


De todo corazón, muchas gracias por todo. 

Preámbulo. Un plan que se viene abajo.

Tenía en mente hacer esta prueba con dos amigos así que cuando supe que me tocaría lidiarla en solitario me invadió la zozobra.

Y a punto estuve de no venir pero la gran generosidad de Rafa, tú en cualquier momento me puedes llamar para lo que necesites, me dijo en varias ocasiones por teléfono, hizo que recuperase la ilusión durante los días previos y comencé este reto con una motivación desbordante.

Los primeros 40 Km, desde Algete hasta Colmenar Viejo, son algo complicados y agradecí muchísimo el gesto de Emilio quien, pese a tener que ir a trabajar a las diez de la mañana, me acompañó y guió en este primer tramo.





Capítulo 2. ¡Madrid!


Desde Cerceda (Km 49) hasta la cima de Navafría (Km 155) no me abandonó esa bonita sensación que se tiene cuando uno se adentra, por primera vez, en una de esas regiones míticas del ciclismo.

Así que las primeras siete horas se me pasaron volando.


Puerto de Navacerrada. Me resultó suave y llevadero.



Morcuera. Para mí el más bonito de esta parte.






 Navafría.





Capítulo 2. El chaparrón.


¡Bah!, a lo sumo, cuatro gotas.

Eso le contesté, en tono despreocupado, a un curioso chavalín de Arcones (Km 177) cuando me dijo, realizando así un paréntesis en su interrogatorio, que por la tarde no iba a parar de llover.

Pero, unos kilómetros después, el cielo pareció romperse sobre mi cabeza y  no me quedó otra que tragarme aquellas palabras mientras apretaba el paso en busca de refugio.

Tuve suerte y a los pocos minutos encontré cobijo en un bar donde el camarero, que era un gran aficionado a la meteorología y mi presencia le vino como caída del cielo para poner en práctica sus conocimientos, no tardó en explicarme, tras consultar una aplicación de su teléfono móvil, que en una hora lo peor habría pasado.


Recibí aquellas noticias con gran alegría y durante los siguientes cuarenta minutos esperé en aquel lugar, a ratos subiéndome por las paredes, a ratos en amenas, y rocambolescas conversaciones, con el dueño del bar y un parroquiano del lugar.

El asunto parecía complicarse en las inmediaciones de Arcones (Segovia)


Capítulo 3. Don Erre que Erre.

Cuando volví a la carretera, en una tarde gris y oscura, traté de mantener el optimismo aunque, cuando esto no fue posible, me aferré a las experiencias vividas en los duros inviernos del Prepirineo.

En peores plazas has toreado, me repetía, y esto lo acabas seguro.

Y recordé.

Recordé aquellas mañanas de lluvia y nieve con la bicicleta de montaña, empujándola por el barro, con los pies mojados durante horas, con las piernas frías por el agua y machacadas por el viento.

Y seguí.

La subida a la Estación de La Pinilla (1.500 metros de altitud) resulta muy llevadera.







Y entramos en un terreno espectacular, con el Puerto de la Quesera (1.750 metros de altitud)...












...y la muralla china.



Capítulo 4. La última ducha.

En el pueblo (Corralejo. Km 265) tendrás refugio, me espetó un pastor mientras caía un tremendo aguacero.

Pero, con gran parsimonia, y desafiando al cielo, como diciendo que aquello no me afectaba, ¡ya puedes mandar todo el agua que quieras cabrón que no podrás conmigo!, parecía gritarle, me desmonté de la bicicleta y me dirigí a aquel señor en busca de respuestas.


Tras escuchar atentamente sus consideraciones, mientras las nubes no se encajonen en el norte la tormenta no durará mucho, decidí continuar a toda máquina.


Puerto de la Hiruela (1.478 metros de altitud).






Capítulo 4. Con tres ases en la manga.


La prórroga de la Champions, que me pilló cenando en El Berrueco (Km 320), no iba conmigo y tras hacer acopio de provisiones comencé la noche con mucha tranquilidad al saber que podía contar con tres personas (Rafa, Emilio y Diego) en caso de emergencia.


Así pues, y pese a un ligero extravío que me hizo perder cerca de una hora, la noche la pasé sin aprietos.

Buenas y tranquilas carreteras por el norte de Madrid.







La noche anterior me costó dormir y andaba algo preocupado por el sueño así que esta máquina me vino bien para echarme la penúltima ración de cafeína a título preventivo.







Tras rodar unos kilómetros por una carretera llena de agujeros, pasado Tamajón (Km 387), comprendí que no había cogido la carretera correcta. Bueno, 50 minutos y 20 Kilómetros más, tampoco pasa nada. NOTA: En adelante, y entre paréntesis, seguiré poniendo el punto kilométrico de la prueba y no los kilómetros realizados.









Va clareando cerca del Puerto del Campanario (Km 436) a 1.500 metros de altitud.






El Alto de Condemios (Km 449) es corto, explosivo y bonito.




 Capítulo 5. Y el Madrid qué, ¿otra vez campeón de Europa?


Volví a la civilización en Atienza (KM 483) donde abrieron el bar sólo para mí gracias a las gestiones de Rafa.

Tras preguntar por la final de la Copa de Europa y dar cuenta de un buen desayuno continué la marcha sabiendo que ya no habría nada que pudiese pararme, el asunto estaba zanjado.

Así pues la presencia del viento y los continuos repechos finales tan sólo fueron  algo anecdótico que a buen seguro retrasaron mi llegada, pero nada más.

La presencia de Emilio en la línea de meta, que vino a recibirme y a felicitarme, y la compañía de Rafa, quien me siguió desde el coche durante los últimos setenta kilómetros, fueron la guinda a una magnífica experiencia que, seguro, repetiré.

En el Alto del Rey la lluvia volvió a aparecer.









La parte final, salpicada de repechos y con la presencia del viento se me hizo bastante dura.














Servidor en el último repecho (foto de Rafa)





Y ahora a esperar la próxima gran ruta que, si el tiempo y el sorteo de la mesa electoral lo permiten, será el último fin de semana de junio.


Toda la información de la prueba,

http://srsierradeguadarrama.blogspot.com.es/