lunes, 29 de abril de 2013

Murillo, La Sotonera, Grañén, Barbastro, Colungo, Serrablo, Caldearenas, Murillo


Las fotos las realicé el pasado sábado en el itinerario descrito en el título.
Fueron 306 Km y unos 2.000 metros de desnivel.

Salir media hora más tarde de lo previsto me condenó a rodar con la soga al cuello, dudando de si sería capaz de llegar antes de que el Sol me dijese y ahora a ver qué inventas para salir airoso.

Por otro lado el viento no dio tregua y  me dejó helado ya al comienzo. Así es imposible coger un ritmo constante, vas a sus dictados y, por ende, a empujones, de manera intermitente, la cosa no fluye.

En fin, que de las doce horas que estuve pedaleando no fui cómodo ni un minuto y por eso, y sólo eso, la jornada me dejó un sabor amargo.

En estas rutas la tozudez saca lo peor del itinerario y emborrona la afición, pero hay momentos en los que no se puede escurrir el bulto y hay que cumplir con el guión establecido, al final, al cerdo, hay que pincharlo.

Campos en La Sotonera

Una foto cerca de Tramaced.

Pertusa.

Campos cerca de Berbegal

Barbastro

Puente cerca de Alquézar

Puerto de San Carprasio

Ermita de Paúles

Carretera muy estrecha pero bajo un escenario lleno de detalles hasta la cima del Puerto del Serrablo.






Durante algún tramo cayó agua nieve, en la foto pueden apreciarse algunos copos.

Parte final del Puerto del Serrablo



Las obras de la autovía

Los Pirineos

El canfranero, otro viejo rockero.

Valle de Caldearenas y Peña Oroel


La Jacetania, sexta comarca del día (tras la Hoya de Huesca, Monegros, Somontano, Sobrarbe y Alto Gállego).

El Río Gállego

La clásica foto de los Mallos de Riglos.


Mapa de la ruta


2 comentarios:

  1. Etapa para curarse de la necesidad de espectadores y de laureles.
    El aire, el frío, el día que no acaba pero que amenaza con dejarte tirado. Ya veo: un buen aperitivo para las brevettes.
    Que no te canses.

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  2. Conozco a un curandero, con hechuras de montañero, que decora sus estancias con auto retratos y demás certificaciones y, entre renglón y renglón, añade siempre un signo de exclamación.
    Este Rey de la Montaña hace tiempo que no se calza las botas, ¿quién quiere alcanzar las cumbres si es en el bar donde truenan las más sonadas ovaciones?

    Un saludo.

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